Ya parecía que podía ocurrir, y así pasó. Una Plaza de Toros, la de Albacete, a la que poca gente acudió, bien por el presagio de la tormenta, bien porque al público no le llama la atención este tipo de espectáculos, donde no hay grandes nombres (de momento), pero que si la suerte les acompaña y el día de mañana alcanzan el sueño, el que faltó este día a la Plaza dirá; «Si ya te lo decía yo que este chico apuntaba maneras». Que diferencia con las fotos que muestro de mi padre, en la que con becerros se llenaba la Plaza, pero claro, entonces eran otros tiempos ¿no?
En fin, que poco se puede decir del intento de novillada de ayer, en la que solo los locales lograron hacer algo, sobre todo José Manuel, puesto que para su primero (y último de la tarde) la arena todavía estaba en perfecto estado, por lo que tuvo buenos momentos matando de dos estocadas. Para entonces ya empezaba a caer agua, pero bien. No tuvo tanta suerte David Martínez, que para cuando quiso salir su novillo, la piscina ya estaba montada y a pesar de que era prácticamente imposible hacer algo decente, el muchacho se armó de valor e intentó en medida de lo que se podía. Jorge Rico, se volvió a Valencia como vino, puesto que solo pisó el coso para hacer el paseíllo.
Una lástima por los muchachos, que seguro estaban ilusionados con hacer algo interesante que les abra alguna puerta y continuar con el oficio, pero esta, no sería la que esperaban, ¡otras vendrán! SUERTE.
Para cuando salió el segundo, la Plaza ya se encontraba de esta guisa.
Era difícil mantenerse en pie.
Llegado este momento, la novillada se aplazó durante 30 minutos, pero visto que no mejoraba la tarde no hubo mas remedio que suspenderla, y era lo más lógico.
Poca fue la asistencia a "La Chata".
Quizás las nubes amenazantes hizo que el público no se animase.
La Presidencia de resguarda del aguacero.
Cada uno hace lo que puede para protegerse.
El poco publico no tuvo problemas en subirse a la grada cubierta.
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