La crisis es lo que tiene, que la gente agudiza su ingenio para poder conseguir un ingreso extra de la mejor forma posible. Y de este modo, a un ex-acomodador del cine Cervantes se le ocurrió la original idea de crear una carrera curiosa e insólita a la cual pudiera apuntarse cualquier persona que haya trabajado en este gremio ya desaparecido.
Por todos los que tenemos ya una edad, seguro que es recordado este personaje que trabajaba en todos los cines de España, cuya misión era, como su nombre indica, la de acomodarnos en nuestro sitio. Especialmente necesario era cuando llagábamos a la sala con la función ya comenzada, y este señor con linterna en mano nos buscaba sitio alumbrando nuestros pasos y molestar lo menos posible a los que con sentido común habían llegado a tiempo para disfrutar de una película en cinemascope, ¿os acordáis?
Pues así es como con estos antecedentes, el que fuera trabajador de este colectivo, el señor Sígueme Quetebusco Sitio, ha conseguido que se pueda llevar a cabo la idea, tarea nada fácil pues según comenta costó mucho trabajo conseguir patrocinadores para ello, cosa que finalmente gracias a las empresas SillonBoll (fabricantes de butacas), PeloCoco (fabricante de moquetas), Sinluces (proveedor de linternas) y la sala de cines Cinesin (que cederá una de sus salas el día de la carrera), consiguió la financiación necesaria.
Ahora toca entrenar, nos comenta el señor Quetebusco, cosa complicada al no tener un sitio equiparable al que se prevé para celebrar la carrera, con todo, nos comenta:
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¡Este tío es Simpson! ;) |
*Pero… ¿entonces las sillas ya no le servirán?
-Usted también se ha dado cuenta, ¿eh? Pues yo no me di hasta que fuimos a sentarnos a comer, entonces fue cuando mi mujer, con una dulce y melodiosa voz me comentó agradablemente; “¿Es que estás lerdo? ¿No te das cuenta de que ahora nos damos en la frente con la mesa? ¡Ya me dijo mi madre que el tonto del pueblo era mejor partido, y yo no le hice caso!”
*Normal, rompió todas las sillas ¿Qué esperaba?
-Sí, las rompí, pero a grandes males, grandes remedios, que mi mujer cree que soy lerdo, pero a veces pienso.
*Y… ¿Cómo lo solucionó?

*Bueno, cambiando de tema, ¿Lleva bien el entrenamiento?
-Si hombre, ya le digo, pasillo abajo y arriba, ahí estoy cogiendo ritmo, además en este apartado hay un punto a favor, mi señora ya no pasa la mopa en el pasillo y como es tan largo, tiene más tiempo para ella. Yo por mi parte espero quedar en buen lugar para ganar unas perrillas, que bien me vendrán puesto que quiero cambiar la mesa y las sillas del salón.
Pues a la espera de que se lleve a cabo la carrera, nos despedimos del señor Quetebusco, al cual dejamos culebreando por el pasillo, con la señora detrás de él atizándole con la goma de butano para que coja velocidad, lo curioso es que no quita la botella, pero bueno, ellos sabrán… (Entre nosotros, pienso que la señora disfruta arreando gomazos al marido).
Humor Con Sabor a Albacete
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